La clase

            Estamos acostumbrados a que este tipo de películas siempre acaben bien, que se resuelvan los problemas y que finalmente sea, a partir de entonces, una escuela o una clase utópica. En este caso, vemos que no es así, termina la película y nos quedamos esperando que haya más, que se produzca ese desenlace esperado.

 En esta película, podemos ver el extremo al que se llega, el pesimismo que existe entre los profesores hasta el punto de no querer dar más clases, la forma en que etiquetan a los alumnos “éste es bueno, éste es malo…”, y la forma cuantitativa en la que evalúan, como se hace en la mayoría de centros educativos.

Por un lado, vemos cómo el profesor de Lengua es un docente que procura innovar en clase, incorpora las Tic’s en sus clases, a veces parece no estar de acuerdo con los castigos, reconoce el trabajo y el esfuerzo de sus alumnos para así motivarlos y que sigan en esa dirección, mantiene tutorías con los padres e incluso tutorías padres-alumno-profesor, para mejorar el rendimiento de éstos, comentarles su evolución y posibles mejoras para su formación. Pero por otro lado, este mismo docente parece negarse a ponerse de acuerdo con el profesor de Historia para leer un libro que sirva tanto para favorecer la lectura como para obtener más conocimientos históricos. Aparenta querer que la enseñanza se quede en el aula, alguna vez se contradice cosa que los alumnos detectan, señala a un alumno como que “ha alcanzado su límite, para estudiar está limitado”, y llegado al extremo, pierde los nervios hasta el punto de insultar o empujar a un alumno para que se de prisa.

Además, en el momento del claustro de profesores, podemos observar cómo prestan más atención o ponen más interés y se ponen de acuerdo antes con el tema de la cafetera q con temas educativos importantes como la búsqueda de soluciones. El hecho de que en el mismo claustro discuta entre ellos mismos si felicitar a una de las alumnas, que se encuentra en la misma sala, por su trabajo o no, parece desacertado. Como dicen los padres, se piensa más en sancionar al alumno que en valorarlo, por respuesta se obtiene que “los alumnos se valoran solos”. Es necesario motivar a un alumno, felicitarles si lo hace bien, por el contrario, es probable que ese alumno deje poco a poco de poner interés en lo que hace y de esta manera llegue al fracaso escolar que tanto queremos evitar.