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La modificación de las culturas de trabajo de la enseñanza

LA MODIFICACIÓN DE LAS CULTURAS DE TRABAJO DE LA ENSEÑANZA.

 

Para que el aprendizaje de los alumnos/as contenga un grado de calidad debemos plantearnos que uno de los temas principales para que ocurra esto es que los maestros/as se encuentren bien en su trabajo y que puedan realizar cómodamente su función docente. A su vez para mejorar la calidad de nuestras escuelas es necesario también que los maestros/as participen en este proceso de mejora.

Observamos que el trabajo de los maestros/as, su estructura y su cultura, se basa en dos fuerzas sociales: la modernidad y la postmodernidad. Por un lado vemos un mundo más postmoderno caracterizado por el cambio acelerado, la intensa compresión del tiempo y del espacio, la diversidad cultural, la complejidad tecnológica, la inseguridad nacional y la incertidumbre científica. Y por otro lado, vemos un sistema escolar modernista, que sigue tratando de conseguir unos fines incongruentes.

Se plantea un reto cuyas bases son el cambio del trabajo de los maestros, de la dirección educativa y de las escuelas como centros de trabajo.

Modernidad

En la modernidad, surgen los sistemas fabriles de educación de masas, diseñados para satisfacer las necesidades de la industria manufacturera y pesada. Dividen a los alumnos por grupos de edad, denominados clases o niveles, enseñándoles un currículo estandarizado por medio de métodos centrados en el maestro (clases magistrales, recitaciones, preguntas y respuestas y trabajo en el pupitre).

La enseñanza “real” de las escuelas secundarias se constituye por períodos fijos e intercalados de clase, las clases organizadas según edades, el currículo académico basado en asignaturas y las pruebas de papel y lápiz. Cabe destacar, la intención de las escuelas secundarias por luchar para la mejora de oportunidades y opciones de cantidades crecientes de jóvenes, aunque fuese a un precio significativo.

  La postmodernidad

Es en los años 60 cuando la gente se empieza a dar cuenta que hay otras formas de vida gracias a los avances de las telecomunicaciones junto con la divulgación más generalizada y rápida de la información.

Desde la economía, se empieza a observar un declive en el sistema fabril, ahora, las economías están construidas en torno a la producción de bienes más pequeños, en vez de grandes; de los servicios, más que de las manufacturas; del software, más que del hardware, de la información y de las imágenes más que de productos. Ésta será una economía de alcance, flexible que reclama destrezas flexibles a los futuros trabajadores y pautas flexibles de enseñanza, aprendizaje y escolarización a través de las que se desarrollen esas destrezas.

Podemos destacar las siguientes características propias del mundo postmoderno: es rápido, comprimido, complejo e inseguro. Todo esto, es lo que hace que se planteen problemas y desafíos en los sistemas escolares modernistas y en los mismos profesores. La comprensión del tiempo y del espacio causa cambios acelerados, una sobrecarga de innovaciones y la intensificación del trabajo de los profesores. Además, la incertidumbre ideológica que desafía la tradición judeocristiana sobre la que se basan muchos sistemas escolares y genera una crisis de identidad y de metas en relación con lo que pueden ser sus nuevas misiones.

Las culturas de trabajo de los maestros

Existen cinco formas básicas de cultura de trabajo de los maestros que más tarde desarrollaremos:

-          Individualismo

-          “Balcanización”

-          Cultura cooperativa

-          Colegialidad artificial

-          El mosaico móvil

 

1.       Individualismo

El individualismo es la cultura de trabajo más común y habitual, es aquella en la que los maestros planifican y enseñan solos en ambientes aislados de sus propias aulas. Éstos, valoran su autonomía personal y profesional para hacer juicios discrecionales en sus propias clases con los niños que mejor conocen. Esta cultura ofrece a los maestros la discreción profesional y la protección contra las interferencias externas.

Aunque existen beneficios de esta cultura, también encontramos críticas: el individualismo puede proteger a los maestros de las interferencias, pero también los aísla de quienes pudieran proporcionarles ayuda, apoyo para la mejora de su práctica. La falta de información sobre el rendimiento de la clase puede hacer que los maestros se sientan inseguros con respecto a su eficacia, temerosos de las críticas de los padres, directores o colegas y proclives a la falta de imaginación y rotundamente cautelosos en relación con su forma de enseñar.

En resumen, esta forma básica de cultura de trabajo se caracteriza por el aislamiento físico y la imposición burocrática. Y la modificación de su cultura conlleva también la necesidad de cambiar el contexto modernista ya que la cultura no puede abstraerse del contexto sin más.

 

2.       Culturas balcanizadas

Concepto de balcanización

                Se trata de especializarse por subgrupos y adoptar ésta forma particular, este concepto se caracteriza por distintos ítems:

-          Poca permeabilidad: subgrupos aislados entre sí, poco intercambio de ideas y experiencias.

-          Permanencia duradera en el subgrupo: pocos pasan de un grupo a otro.

-          Identificación personal: fuerte vinculación con el grupo.

-          Carácter político: se suscitan intereses personales y del grupo.

El inconveniente de este tipo de especialización es que las estructuras segmentadas crean identidades personales que impiden la identificación con el conjunto de grupo y/o organización y con los objetivos que persigue, por tanto, esto puede llevar a un fracaso en global.

 “En las culturas balcanizadas, las personas tienden a subestimar su capacidad colectiva para cambiar y mejorar”.

                Lo que se pretende conseguir es una cultura de  colaboración colectiva para evitar los posibles fracasos de las especializaciones por departamentos o grupos reducidos.

                La cultura de colaboración puede dar solución a los problemas de la enseñanza; los principios de la solución cooperativa son los siguientes:

-          Apoyo moral: fortalece la solución.

-          Aumento eficiencia: elimina redundancia, posibles repeticiones.

-          Mejora de la eficacia: diversidad de estrategias.

-          Reducción sobrecarga: compartir la carga de trabajo entre todo el grupo colaborador.

-          Sincronización de perspectivas.

-          Certidumbre en la situación: reduce la incertidumbre; confianza profesional colectiva.

-          Asertividad política: los profesionales interactúan de manera más confiada.

-          Aumento capacidad de reflexión.

-          Oportunidades para aprender: la colaboración aumenta las posibilidades de aprender de los demás.

-          Perfeccionamiento continúo.

Con este tipo de cultura existe o puede existir algún tipo de problema o peligro como: comodidad y complacencia, conformismo o cooptación.

Otro problema se plantea cuando aparece la colaboración segura (poco espontánea, menos difícil…), el problema es que la imagen administrativa simulada de la colaboración se convierte en un mundo cerrado sobre sí mismo.

Para la mejora y el cambio de los modelo de trabajo citados hasta el momento surge “el mosaico móvil”.

Este modelo proporciona flexibilidad organizativa para conseguir una mayor participación y colaboración entre sus integrantes, preocupándose estos por los demás. Además este modelo capacita a las personas para que actúen y sean emprendedoras. Su organización se caracteriza por tener una serie de redes y alianzas que permiten relaciones fluidas. De esta forma las estructuras se forman son horizontales, dejando a un lado las relaciones verticales o jerarquizadas. Toffler refleja con su metáfora “el mosaico móvil” como se construiría cualquier organización a través de la unión y mezcla de muchas unidades o individuos, abiertos siempre al cambio.

                Los intentos de establecer en las escuelas secundarias culturas y estructuras de trabajo más flexibles siguen encontrando una oposición. Entre las críticas o inconvenientes más generales encontramos:

-          La flexibilidad puede dar oportunidades de colaboración a los trabajadores de nivel medio, pero excluir a niveles inferiores. Ej: Los equipos de dirección pueden colaborar sin su colegas de a pie.

-          La desinstitucionalización y la desreglamentación pueden conducir a la desprofesionalización.

-          Los parámetros  de colaboración y decisión descentralizada pueden quedar diluidos.

 

Conclusión

En este artículo se describen cinco formas de cultura de trabajo y se destaca principalmente la cultura móvil como forma de cambio y transformación de la escuela.

La vinculación entre la cultura de trabajo de los profesores y la calidad de aprendizaje de los alumnos es una realidad claramente perceptible. En definitiva existen diversas posturas a favor y en contra de las diferentes culturas, pero indica que cualquier obstrucción del mosaico móvil carecería de valor educativo.